domingo, 23 de febrero de 2014

Aventuras de un "promotor" de progresivo (parte 2)

El dia del concierto 

Martes 11 de Febrero  (6:15 am-2:00pm)

 

Me despierto a las 6:15AM bastante cansado pero efusivo. El sabor de boca del día anterior no se quitaba pero tenía esperanzas de que hoy fuera un día distinto y menos estresante. Me preparo un café -como siempre- y me dispongo a ver correos y Facebook; aparentemente mi “selfie” con Neal en el hotel había gustado y despertado en los demás bastante expectativa. 

La cita era a las 8:30AM en el Metropolitan para descargar la camioneta (llena de ataúdes, maletas e instrumentos) y no había mucho tiempo que perder. El inminente regaderazo procede como de costumbre y al Teatro se ha dicho.


“Solo” hora y media después, me reciben en el Metropolitan Abraham Jaramillo y Jesus Careaga (#TeamMexprog), quienes estaban teniendo dificultades con la gente del estacionamiento porque les prohibían la entrada argumentando que no estaban acreditados para el evento. Después de una ligera discusión, metemos los coches y camionetas, y procedemos a bajar todo el equipaje de la cajuela de ambos vehículos (José Ramón ya había ido al hotel previamente por las cajas de mercancía que habíamos dejado ahí el día anterior).




Todo procede tranquilo, y sorprendentemente, la instalación del backline, tarimas, pantalla, proyector, etc… va viento en popa y a tiempo. Rene y Oz estaban al 100% dando lo mejor de ellos y con todo el entusiasmo.
 
Por cierto… Lo primero que se hace cuando se entra a un foro es solicitar las llaves de los camerinos y destinar cada uno de ellos a las diferentes partes involucradas dentro de la producción (Artista, Crew Artista, Manager Artista, Producción 1 y Producción 2). OBVIO, el mejor siempre es para el artista (necesita baño con regadera) y esta vez no fue la excepción.

Una vez bajado todo y concentrado en uno de los camerinos de Producción, le entrego tanto a Jesús como a Abraham -¡¡nótense los nombres Bíblicos!! Jajaja- varias listas de indicaciones así como los boletos que se tenían que dejar en la taquilla de ticketmaster.
 

Habíamos quedado con el Papucho de ir a desayunar al hotel a eso de las 10:30AM, y teníamos suficiente tiempo para revisar que todo estuviera bien. Recuerdo un momento que se me quedará grabado para siempre y fue cuando recargado en una bocina y viendo el escenario del Metropolitan le digo a José Ramon: “Que diferencia del día del concierto de Aristocrats. Todo corre hoy como mantequilla”, a lo que él me contesta: “Tranquilo, no te adelantes”. 

No nos imaginábamos lo que nos esperaba en escasas horas.

Con toda la tranquilidad del mundo, salimos a la calle y nos encontramos a un fan (sorry, no recuerdo tu nombre) que venía de Saltillo al evento. José, muy ducho en estos menesteres lo entrevistó, mientras su servidor volvía a llenar sus pulmones de humo…
 

Ya dirigiéndonos a la entrada principal del Hilton, nos encontramos con Neal quien amablemente le firma autografos a varios fanáticos congregados en la entrada del hotel.



Luego nos pide que lo acompañemos al Starbucks más cercano y se compra una chingadera que pocos se pueden tomar -ya dejó la cafeína- ofreciéndonos al mismo tiempo si queríamos algo, a lo que le contestamos que no, gracias. Fascinado por todo, saca su IPhone y con un código de barras tridimensional que aparece en la pantalla, paga su orden. Yo nunca había visto esto -perdón, soy de rancho-

Nos retiramos y vamos directamente a la cafetería del hotel, denominada Los Dones. La preocupación de Neal era ver si el desayuno estaba a la altura de su expectativa. Poco le basto para comprobar que había suficiente “tela de donde cortar”.  Su platillo favorito: Chilaquiles verdes y rojos como base y coronado con 2 huevos fritos no crudos -pidió que los pasaran un poco mas por el sarten-


Mientras estábamos sentados en una mesa bastante grande, hace su aparición el Papucho Sueco (Roine) quien sin pensarlo, se dirige a la zona del bufete que contenía 10 calorías por metro cuadrado (ensaladas, fruta, etc) Después de servirse sendos platos de pasto y plantas, se sienta a mi lado y empezamos a platicar de muchas cosas, principalmente de sus hábitos alimenticios y del mundo en la actualidad.


No pudimos ponernos de acuerdo (por supuesto) porque él me decía que la pastura que estaba comiendo era deliciosa, mientras yo me comía un exquisito plato de huevos revueltos, salchicha, tocino y frijoles refritos… Ni modo !No se puede coincidir en todo!


Ahora que relato esto, también recuerdo que llegamos a platicar de la fuerza actual que tienen las redes sociales y del poco uso que Transatlantic le da. Nosotros lo único que tratábamos era de hacerlos más conscientes de la necesidad de informar y muchas veces hasta sobre informar a sus seguidores. No le pareció mucho a Roine, argumentando que el se consideraba muy activo en estos terrenos (Yeah, right!).
 

Al platicar esto, llega Pete Trewavs y se integra a la plática, mencionándole “novedosamente” a Neal que él tiene sincronizada su cuenta de twitter con Facebook. Al escuchar esto el Papucho, graba en su Iphone un mensaje de voz en donde se recuerda que tiene que hacer esto con sus cuentas de redes sociales. Si se fijan, ahora ya lo que pone Neal en twitter se replica en Facebook, jejeje.

De repente, y en medio de todo este agasajo de estar con estos 3 monstruos desayunando, recuerdo que a las 11:00AM había que pasar al lobby por la crew para llevarlos al Metropolitan. Sin chin chanpu ni disparejo, yo le digo a JR que me voy. Bajo al lobby y me encuentro con Ytse Juan que estaba tirado cual res (jejeje, perdón) en los sillones y me indica que los técnicos ya me estaban esperando afuera -tomando el sol después de meses de nieve y frío-
 

Salgo a la calle, los llamo y nos dirigimos al teatro caminando. Como remate visual de la calle por la que íbamos, se veía entrecortada la gloriosa marquesina que tenía esas 13 hermosas letras; al igual que un servidor, ellos se sorprendieron gratamente y empezamos a tomarnos fotos con esta de fondo.

Continúa todo en calma y Rene (jefe de producción) nos comenta que estaría cagado que le compráramos a la banda unas máscaras de luchador, para que salieran en algún momento del concierto con ellas. Jose y un servidor nos volteamos a ver y decimos: ¿Porque no?


Preguntando en la calle en donde podíamos conseguir esto, nos indican que la Arena México esta relativamente cerca, a la cual llegamos caminando (ni tan cerca, ches ojetes que nos dieron direcciones). Compramos 5 máscaras y nos subimos a una taxi para nuestro regreso.


Al llegar al Teatro, Rene rotula cada máscara con las iniciales de los “chamacos Transatlánticos” y se las dejamos en su camerino. Chicle y pega, decíamos, cosa que no sucedió. 

No importa, era una buena idea…. 
Luego continúo con este relato…. Ahi viene lo sabroso!
 

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